Star+ y National Geographic estrenarán Diciembre 2001 en 2022, una serie que intenta explicar uno de los tantos momentos indescriptibles de la política y economía en el país sudamericano
Estaba en un bus cuando vi el adelanto de Diciembre 2001 y no pude evitar que las lágrimas rodaran hasta mi mascarilla. Es que Argentina es un país que duele profundamente en los corazones de quienes nacimos en esas tierras. Nos tocó en suerte una patria que nos golpea una y otra vez, y que nos hace vivir en una relación violenta que quita el sueño, anuda el estómago, roba los logros acumulados y borra las esperanzas en el futuro. Para mí, ese vídeo de adelanto en mi móvil fue como ver la prueba de una de las tantas golpizas que recibí junto a millones de argentinos.
La ficción
Basada en el libro El palacio y la calle, de Miguel Bonasso, y con un equipo muy reconocido, la serie tendrá material documental así como recreaciones de la realidad y un toque de ficción que seguramente sea lo único que no suene totalmente descabellado en el relato. Porque a veces la historia argentina resulta tan extraña e inverosímil, que una serie histórica como esta debería considerarse ciencia ficción y guardarse al lado de 2001: Una odisea en el espacio.
La realidad
Mientras tanto, en el Planeta Tierra, en Diciembre 2001, el pueblo argentino se cansó y salió a la calle, decidido a levantar la voz, los puños y a devolver por una vez el golpe. De nada sirvió. El resultado fueron decenas de argentinos asesinados por la Policía y otros miles detenidos. El presidente electo huyó en un helicóptero y seguramente hayamos roto no sólo cristales, sino también algún récord Guinness, al ver pasar frente a nuestros ojos atónitos, cinco jefes de Gobierno en el breve lapso de una semana.

No estoy haciendo ningún spoiler si les adelanto que la frase “el que depositó dólares, recibirá dólares” es para los argentinos una burla más, una mentira más. Nadie recibió dólares (ni siquiera pesos). El dinero papel desapareció de la vida diaria y apareció el trueque, que a muchos ayudó a subsistir tristemente, con esa fuerza de supervivencia que no sabemos ya de dónde sacamos, pero que parece ser parte de nuestra genética.
Conclusión
No sé si tendré la fuerza, o la hidratación necesaria, para ver seis episodios de una hora con esta parte nefasta de nuestra extraña vida política y económica. Lo que sí sé es que la próxima vez que un español me interrumpa diciendo que España es igual o peor que la Argentina, tendré una prueba irrefutable para mostrar.
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