‘Dumbo’, ‘Peter Pan’ o ‘Los aristogatos’ quedan fuera del catálogo de Disney+ con un perfil infantil fruto de la dictadura de lo políticamente correcto
Estamos en una sociedad democrática. De plenos derechos y libertades sin tabúes trabas o censuras… ¿seguro? La censura del siglo XXI se llama corrección política. Desde el lenguaje, la forma de ser, de pensar, de actuar… todo ha de medirse bajo unos estrictos cánones de esa corrección. Ha de haber integración, atención a las minorías, respeto a cualquier condición de sexo, raza, cultura, credo o librepensamiento. Todo esto seria muy loable si no se nos hubiera ido totalmente de las manos con acciones como las que últimamente estamos viendo totalmente desmesuradas descontextualizadas y radicalizadas. Por supuesto el cine no iba a ser menos y esta vez nos toca hablar de este tipo de censura en una gran productora como Disney.
¿’Lo que el viento se llevó’ racista?
A decir verdad, esto no es nuevo ni exclusivo de la compañía del ratón. Hace unos meses fue HBO quien suprimió el clásico Lo que el viento se llevó (Víctor Fleming 1939) por considerarla una apología de la esclavitud afroamericana. Craso error. Por este tipo de mentalidad se nos priva de ver reflejado no solo una recreación de una etapa de nuestra historia sino también de su forma de ser y pensar. Es un error intentar ver con los ojos del siglo XXI los acontecimientos del pasado puesto que hay que entenderlos en un contexto histórico social y cultural y si le quitas eso le quitas todo su significado.
Fox retiró el primer episodio de la tercera temporada de Los Simpons en el que Michael Jackson hacia un breve cameo de voz (no acreditado) tras la emisión del documental Leaving Neverland de Dan Reed en 2019. En él, supuestamente, se testimoniaba ese abuso infantil del cantante cosa que justificaba tal censura. Como si los juicios en los que salió absuelto no contaran en su defensa. Se ve claramente un motivo más tendencioso que juicioso. Otro ejemplo más de esta dictadura de lo políticamente correcto mal entendida y mal utilizada. Por cierto, Disney, actual propietaria de Fox, ha confirmado que ese capítulo seguirá retirado por respeto a aquella decisión.
Disney empezó esta censura con ‘Canción del sur’, también tomado como racista
Ya que estamos en Disney mencionemos no solo el caso que nos ocupa sino otro anterior: el de Canción del Sur (1946) por motivos igualmente raciales e intolerancia hacia la comunidad afroamericana. Sigue sin entenderse lo que venimos diciendo de que es el reflejo de un momento de la historia con sus propios fundamentos y convicciones. Que hoy lo veamos como algo inadmisible no justifica su supresión de conocimiento colectivo.
¿Qué pasa con Dumbo (1941) Peter Pan (1953) y Los Aristogatos (1970) (inolvidables historias con las que todos hemos crecido sin ningún tipo de tara o distorsión en la forma de pensar)? Sencillo. Estos librepensadores que se sienten con el derecho y autoridad de controlar los medios y acceso a la cultura consideran que, de una u otra forma, atentan contra la diversidad, multiculturalidad y atención a las minorías. Analicémoslo:
Dumbo atenta contra la comunidad afroamericana en las figuras de los cuervos que enseñan a volar al entrañable elefantito. Si. Así es, como lo está leyendo. Lo interpretan como una representación de tal comunidad como unos haraganes y juerguistas. Pero van más allá estas acusaciones y razones para tal censura: uno de esos cuervos se llama Jim y lo intentan asimilar a las leyes de Jim Crown (Crown, cuervo en inglés) de corte segregacionistas. ¿Rebuscado? Esperen, hay más: Peter Pan por su lado es merecedora de esta censura por un agravio a la comunidad nativa americana al representarles como bobalicones y llamarles ‘pieles rojas’. Por último, el caso de Los Aristogatos roza el absurdo cuando consideran que la figura del gato siamés Shun Gon ridiculiza y caricaturiza a la comunidad asiática ¿por tocar un piano con palillos… o son baquetas de batería?.
Si todas estas tonterías sacadas de quicio y contexto rebuscadas para considerarlo como algo censurable son tan lícitas… ¿Por qué no censuran también Bambi (1942) por hacer apología de la caza?. ¿o a 101 dálmatas (1961) (que incluso va a tener un reboot con Emma Stone como Cruella) como maltrato animal? ¿El jorobado de Notre Dame (1996) por marginación a la discapacidad de Cuasimodo o agravio a la raza gitana de Esmeralda? ¿O incluso El emperador y sus locuras (2000) como ridiculización de la muy honorable cultura inca poniéndole un emperador totalmente inútil e irresponsable?… ¿se dan cuenta de lo absurdo, sectario y patético de todo esto?
De la corrección política a la imposición y censura gratuita
¿Estamos locos? ¿en serio unas películas eminentemente infantiles y con unas historias totalmente ajenas a esos supuestos agravios son merecedoras de este trato? ¿acaso toman a su audiencia como tonta como para no saber discernir una cosa de otra? Estamos en unos niveles de idiotez con respecto a todo esto de la corrección política que llega a lo absurdo. Hay que entender las cosas en su contexto histórico y social. Hay que saber discernir conscientemente lo que está bien y mal. Nadie tiene derecho a decidir por nadie lo que ver y lo que no supuestamente en aras y atención a esas minorías, a esa diversidad y multiculturalidad… y la dictadura de lo políticamente correcto. Estas acciones desacreditan cualquier otra acción que será todo lo loable que se quiera, pero se convierte en una dictadura en tanto en cuanto nos impone que ver, decir, pensar u opinar.
Soy el primero que defiendo esos valores. Faltaría más. Por ello estoy muy de acuerdo con el cartel que se podía leer en este tipo de películas que decía: “este contenido incluye representaciones negativas o tratamiento inapropiado de personas o culturas. Estos estereotipos eran incorrectos entonces y lo son ahora”. Pero estas otras medidas absurdas que censura que infantilizan a la sociedad quitándoles la propia capacidad de decisión y discernimiento en pos de imponer un criterio globalizador no es el buen camino. Todo individuo tiene derecho a pensar y opinar libremente con todas las herramientas a su disposición.
En definitiva…
Hay que puntualizar que este tipo de censura solo afecta a los perfiles infantiles menores de 7 años. Los adultos si tienen acceso a todos esos contenidos. No obstante, no deja de ser ilícita e intrusiva esa forma de inmiscuirse en la propia libertad educativa de los padres con los hijos. Todas estas conductas están haciendo flaco favor a este tipo de movimiento integrador y concienciador que tan importante es para construir una sociedad sana y sin esas conductas del pasado que pretenden soterrar con esta censura. Para evitar malos comportamientos hay primero que conocerlos. Suprimiéndolos ese cometido se pierde y “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.
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