Más miedo, ahora en Dinamarca, con el hombre de las castañas en ‘el caso Hartung‘
Continuando con la trilogía de «Atrapados, Los asesinatos del Valhalla y Katla«, seguimos moviéndonos por los fríos países del norte de Europa, mezclando las tradiciones con los crímenes en el caso Hartung.
Sinopsis
El caso Hartung transcurre en la tranquila periferia residencial de Copenhague, donde la policía descubre algo terrible una tempestuosa mañana de octubre.
En un parque infantil, aparece una joven brutalmente asesinada a la que le falta una mano. Junto a la chica encuentran un muñequito hecho de castañas.
Entonces, el caso se asigna a la ambiciosa y joven inspectora Naia Thulin (Danica Curcic) y a su nuevo compañero, Mark Hess (Mikkel Boe Følsgaard).
Pronto descubren una misteriosa prueba sobre el hombre de castañas, prueba que lo relaciona con una chica desaparecida un año antes y a la que se daba por muerta: la hija de la política Rosa Hartung (Iben Dorner).

La historia
De la mano del creador de The Killing: Crónica de un asesinato llega El caso Hartung, un thriller psicológico danés en el que los personajes llevan el peso de la historia y que bebe del género negro nórdico.
La serie está basada en la primera novela del galardonado guionista Søren Sveistrup, ha sido traducida a 28 idiomas y publicada en 50 países.
La historia está muy bien pautada, metiendo a los personajes en el momento apropiado y dando la imformación necesaria de cada uno para mantener el misterio.
Podía decir que cada cosa en su momento.
Y, además, la ambientación y fotografía también me parecen muy acertadas, el la época otoñal de Dinamarca, con los bosques amarillentos y coincidiendo con la caída de las castañas.
Entonces, ven que es un elemento de unión en la historia muy importante.
Siguiendo el tema, respeto a los personajes, nada que objetar a los actores, aunque sí que tengo que decir que se acercan más al estereotipo de actores Europeos que las series Islandesas antes mencionadas.
Estos actores, no son ni altos ni guapos, ni gordos ni flacos, sino todo lo contrario, o sea, gente muy normal y corriente, que acerca a la realidad.
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