David Lynch desafía las convenciones narrativas en esta cinta, tan original como críptica
Con motivo del vigésimo aniversario de Mulholland Drive Avalon reestrena 8 películas del prolífico y extraño David Lynch. Hemos escogido Cabeza borradora como primera pieza de esta selección. Al salir no sabemos si nuestra mente quedará tal y como entró, o quizá más alterada que la del propio director.
Sinopsis de Cabeza borradora
Henry Spencer, un joven depresivo y asustadizo, sufre desde pequeño unas extrañas pesadillas de las que intenta liberarse a través de su imaginación. Un día, su amiga Mary lo invita a cenar a casa; se entera entonces de que ha sido padre de un bebé prematuro e inhumano. Mary y el extraño bebé se instalan en casa de Henry, donde un escenario iluminado tras el radiador muestra la presencia de una mujer.
Todo se tuerce aún más cuando la madre del pequeño abandona a padre e hijo por el desagradable aspecto del último. De todos modos, Henry es una hombre fuerte y una serie de acontecimientos inesperados harán que se esfuerce aún más en su condición de padre soltero.
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Cabeza borradora, entre la crítica social, el surrealismo y la alucinación.
El largometraje de debut de Lynch es una obra bastante experimental, como corresponde a un apasionado estudiante de cine. Los directores noveles a menudo exponen sus ideas más atrevidas en sus primeros trabajos. La imagen está filmada en un austero blanco y negro, probablemente por razones de presupuesto, pero que encaja perfectamente con el tono de la cinta.
El director nos presenta a su protagonista ante un paisaje industrial. En éste el individuo queda empequeñecido ante edificios de hormigón. Vice rodeado de hierros retorcidos y empapado en una atmósfera de ruidos industriales. La sensación que tenemos es más de miseria que de austeridad. El deseo reprimido también se encuentra presente, a través de la figura de la misteriosa y atractiva vecina interpretada por una muy sensual Judith Roberts.
Pero todo esto se ve eclipsado por las imágenes cada vez más desconectadas de la realidad que el director nos va presentado. Su fijación con las malformaciones corporales sale a la luz de modo inevitable. Brotan ante nuestros ojos imágenes cuyo sentido únicamente conoce el director. El pequeño teatro que existe tras el radiador es una de estas figuras, mezcla de freak show, teatro filmado y sueño/pesadilla. A lo largo del metraje de Cabeza borradora Lynch se inclina cada vez más hacia el mundo, su mundo, onírico.
Algunos planos y escenas hacen una clara referencia al expresionismo alemán, mientras otras se ven inspiradas por las primeras películas mudas o por La parada de los monstruos.
En resumen
Cabeza borradora es una de las obras más crípticas de David Lynch. Está cargada de imágenes y símbolos que probablemente pertenezcan en exclusiva al universo interior del director. Su aparente narrativa convencional queda completamente eclipsada por los elementos que rompen con ésta. Sus imágenes resultan tan incomprensibles y repulsivas como fascinantes y magnéticas.
Tráiler
Ficha técnica de Cabeza borradora
- Director: David Lynch
- Guion: David Lynch
- Reparto: Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, Judith Roberts, Laurel Near
- País: EE.UU.
- Duración: 86 minutos
- Música: David Lynch, Peter Ivers
- Fotografía: Frederick Elmes
Póster
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