La actriz vallisoletana Concha Velasco fue la primera opción del director Antonio Mercero para ser la farmacéutica Lourdes Cano en la serie de televisión Farmacia de Guardia.
«No lo veía, la verdad, le dije a Antonio que eso de estar todo el rato de pie…». Al final se llevó el papel Concha Cuetos y la cantante se arrepintió durante años por la errónea decisión que tomó. Según comentaba recientemente entre risas se lo comentó a Cuetos, que a pesar de ser ‘segundo plato’ su popularidad subió como la espuma con una producción que hasta tuvo una secuela, que no cosechó un gran éxito. Quizás su humor blanco era demasiado blandengue para el españolito medio.
Ahora, se puede ver y admirar a Concha Velasco, que superó el coronavirus sin darse cuenta, en el teatro Reina Victoria, en la obra de teatro La habitación de María. Un monólogo que entona con gran maestría durante hora y media de función. Todo el rato permanece sentada en una silla y sin movimientos por el escenario, solo para despedirse y dar las gracias. Cuando en el fondo se las deberíamos de dar a esta chica ye-yé. Siempre serán pocos los reconocimientos y premios que se le puedan entregar a esta dama de la escena española, capaz de moverse con maestría por todos los escenarios y ante las cámaras, ya fuesen las de la televisión o el cine. Para la posteridad quedará una de sus canciones en el especial Nochevieja de 1986… ¡Que viva el IVA! Paradojicamente es este impuesto lo que está hundiendo al mundo de la cultura y especialmente al cine, herido de muerte en muchas ciudades y pueblos.
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