Una psiquiatra se ve con la necesidad de acoger a una chica huida de una secta y con un pentagrama grabado en su espalda. Es El diablo en Ohio
Sectas, niñas marcadas, asesinatos, tensión, hijas que tienen que acoger a una chica extraña en casa… ¿Es todo lo que parece, o es más simple que lo que se quiere ver? En El diablo en Ohio lo vais a comprobar, porque sí, he llamado tu atención ante este planteamiento.
Tenemos como buena referencia en la serie a la fantástica actriz Emily Deschanel, quien fuera protagonista de toda la saga de Bones, la forense que resolvía casos a partir de los huesos humanos con un atractivo policía.
Me gusta su papel aquí, que aunque Netflix sigue haciendo lo de sus papeles «tipo», al menos Emily ya interpreta a una madre que perfectamente podía ser ella, sin hacer de guapa y delgada forense pero con todo el encanto que desprende. Demasiado pastelón su papel de madre súper comprensiva ejerciendo de psiquiatra súper buena.

Sinopsis
Después de acoger a una misteriosa joven que escapó de una secta, la vida de Suzanne Mathis, doctora en Psiquiatría en un hospital, cambia por completo cuando su presencia amenaza con destruir su propia familia.
Empecemos por desarrollar un poco esta breve sinópsis. No es un spoiler decir que ella aparece con un pentagrama grabado en la espalda. No habla con nadie la jóven de unos 15 años, hasta que aparece la psiquiatra Suzanne, que casualmente empiezan a adorarse mutuamente.
Suzanne ya había acogido temporalmente a alguna joven, incluso su hija pequeña es adoptada. Su hija de la misma edad, Jules, tiene que dejarle su cuarto. Enseguida empiezan a verse cosas raras, como unas muñecas echas con mazorcas de maíz, una más que rara bendición de la cena de la nueva, imitaciones de ropa y personalidad…que harán que Jules sospeche de que no es tan pobrecita y delicada como parece.
Pronto Mae se gana a Jules, quien crece en popularidad en el colegio, el cual se revoluciona un poco con la llegada de Mae.
Otros personajes de El diablo en Ohio
El marido de la doctora está atravesando una crisis económica y emocional. Está a punto de perder una casa de lujo que construyó con sus ahorros con comprador seguro… pero acaba fallando todo el mundo. Su vida se complica, y la llegada de Mae no le trae más que quebraderos de cabeza. Ve cómo su mujer acaba por hacer de una chica de paso por su casa, una razón de su existencia, queriendo resolver el pasado truculento de la joven.

Un policía trasladado hasta esa lejana y pequeña localidad de Ohio, es quien se encarga de mantener vivo un caso que no quiere nadie que se resuelva. Hay intereses más altos que impiden que siga investigando, pero una joven y entusiasta policía, la doctora Suzanne y los acontecimientos que se van desarrollando, hacen que no pueda dejar el caso.
Las cosas de Netflix
Al igual que pasa con personajes de los que ya he hablado en otros artículos, como Los irregulares, donde el Dr. Watson (fiel compañero de Sherlock Holmes) es de color, cuando el personaje no lo es. Pues aquí más de NETFLIX, donde hay chicas que dejan chicos para proclamar que son lesbianas, siempre hay un mejor amigo gay y posters por el instituto con proclamas LGTBI.
No está mal que hagan alguna referencia, pero cuando todas las series están cargadas… resulta un poco cargante (a mi gusto y al de más que me lo han transmitido así). No significa, ni mucho menos, que esté en contra de estos colectivos, y cualquiera que me conozca lo puede corroborar. Simplemente desvían mucho la atención a la trama general.
Pese a todo, sigue siendo mi plataforma favorita, para quienes seguís mis artículos, que veréis que un 80% son de la plataforma.
Ahora no os perdáis el tráiler de El diablo en Ohio.
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