Con su muerte el western se quedó huérfano, pero nos queda su música inolvidable
En junio se anunciaba el Premio Princesa de Asturias, se otorgaba conjuntamente a Ennio Morricone y a John Williams. Un mes después el ilustre romano fallecía a causa de una caída que le había provocado una fractura. Y mientras Filmin le rinde homenaje con una colección de 34 películas que contaron con su colaboración musical, el mundo queda huérfano de uno de los grandes músicos contemporáneos.
Tuvo la fortuna de mantenerse en activo hasta sus últimos días. Se retiró de las giras en 2019, ya con 90 años. Con más de 500 créditos como compositor, su carrera no se puede describir sino como extraordinariamente prolífica.
La lista de directores con los que ha trabajado es innumerable. Sin ser exhaustivos, contiene nombres como Pasolini, Bertolucci, Polanski, Almodóvar, Leone, Tarantino, Argento, Stone, Tornatore, de Palma, Corbucci, Malick o Joffé.
A pesar de la calidad y cantidad de su trabajo, el Oscar le fue esquivo. Pero a falta de Oscar, recogería dos Globos de Oro, seis BAFTA, dos Grammy y multitud de premios más. Finalmente en 2009 se le otorgó uno a su carrera. Entonces, inesperadamente logró recogerlo en 2016 gracias a su colaboración con Tarantino en Los odiosos ocho.
El compositor sabía dotar de una especial épica a sus temas. Pero cuando hacía falta sus composiciones estaban llenas de delicadeza y poesía. Y aunque el western puede ser lo más recordado de este autor, no queremos dejar de tener presentes otros magníficos trabajos. Cabe citar sus composiciones para Lolita, La misión, Cinema Paradiso, Novecento, Frenético, Los intocables de Eliot Ness o Érase una vez en América. Pero entre ellos brilla La Misión, quizá el tema que más evoca lo espiritual en su producción.
Inevitablemente lo asociaremos con el spaghetti western y con Sergio Leone. Ambos romanos, hijos de artistas y compañeros de clase en la infancia, su colaboración parecía inevitable. Curiosamente, y aunque los recordaremos siempre como dúo creativo, no se conocieron en el colegio, sino años después. Sólo trabajaron juntos en 6 producciones. Son 2 trilogías. Por un lado la Trilogía del dólar compuesta por estos títulos, Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo. Por otro lado está la Once upon a time Trilogy con Hasta que llegó su hora, ¡Agáchate, maldito! y la imborrable Érase una vez en América.
Pero Ennio Morricone mantenía relaciones estables con los directores con los que colaboraba. Por ejemplo, con Tornatore, tras Cinema Paradiso, realizó otras nueve bandas sonoras. Prácticamente fue el compositor de toda su obra de ficción.
Con Pasolini fueron siete colaboraciones. Seis largometrajes y el segmento de Las Brujas que dirigió. Su colaboración con el fallecido Bertolucci supuso 5 largometrajes. Aunque siempre recordaremos el tema de Novecento.
Junto a Sergio Corbucci realizó no menos de siete películas. Es el tema L’Arena de Salario para matar lo que nos quedamos de aquella colaboración. Es su típico estilo de western,con silbidos, guitarras, trompetas, percusión que aquí forman un conjunto que progresa y nos eleva hacia un tremendo clímax.
Finalmente hemos de nombrar a Tarantino, un amante del cine clásico, del cine italiano y del cine de videoclub. El director no podía sino incluir a Morricone en sus bandas sonoras. Así está presente en Kill Bill Vol. 1 y Kill Bill Vol. 2, ambas western disfrazados, Death Proof y Malditos bastardos. Django desencadenado, otro western fue la primera ocasión en que Morricone compuso material original para Tarantino. Su segunda y última colaboración fue la banda sonora de Los odiosos ocho. Este fue el trabajo de Ennio Morricone, sólo podía ser un western, que al fin mereció el reconocimiento de Hollywood.
Hasta que llegó su hora (1968)
No podemos dejar pasar esta banda sonora y su tema de la armónica, inolvidable, especialmente para el personaje de Henry Fonda. Se grabó con el script, antes de rodar las imágenes.
Novecento (1976). Ennio Morricone épico
La magna obra de Bertolucci sobre el proletariado italiano requería una música a su altura. El tema Romanzo nos evoca las marchas de los trabajadores frente a los poderosos.
Días del cielo (1978)
De la mano de Malick fue nominado al Oscar por su trabajo. Un tono nostálgico y evocador para una obra que reflexiona, como otras de Malick, sobre el bien, el mal y cómo conviven.
Érase una vez en América (1984)
Segunda cinta de Leone que nombramos. Hay quien la califica como el mejor trabajo de Morricone. Recoge todos los estados de ánimo de la cinta, angustiosa cuándo hace falta y popular en los momentos de costumbrismo.
La misión (1986). Ennio Morricone místico
La más religiosa de sus bandas sonoras incorpora corales litúrgicas, tambores nativos y guitarras españolas, tratando de captar la variedad de culturas que aparecen en la película. Llama profundamente a la paz.
Los intocables de Eliot Ness (1987)
Temas breves, intensos y emocionantes para una película repleta de acción. Alguna de las piezas han quedado grabadas en la memoria del público para siempre.
Cinema Paradiso (1988)
Una cinta que es metáfora de la vida y un canto de amor al cine. La banda sonora tiene un punto de nostalgia y melancolía como la trama de la película. Curiosamente el tema de amor lo escribió el hijo de Morricone.
Los odiosos ocho (2015), por fin el Oscar para Ennio Morricone
Dado que le valió un Oscar, debemos nombrarla. Recoge toda su carrera, con elementos tradicionales de su música para western. Pero también con elementos ambientales de su trabajo para La cosa de John Carpenter. Al fin este es un western con una atmósfera opresiva.
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