¿Qué pasa por la mente de una escritora como Shirley Jackson? Solo Movistar + lo sabe
¿Cómo es la mente de un escritor? ¿La creación artística procede únicamente del dolor? ¿Están los “genios” condenados a ser incomprendidos? ¿A estar solos? Estas son algunas de las preguntas que surgen tras el visionado de la película dirigida por Josephine Decker, y que lleva por título Shirley, en MOVISTAR+.
Porque desde el mismo título, el viaje cinematográfico que nos proponen es sencillo: adentrarnos en la vida, y en la mente, de una de las escritoras más importantes del panorama narrativo americano.
Seguramente más de uno pensará que se trata de otro biopic al uso y vamos a ver las bondades de un determinado personaje. Pero no es esto lo que el espectador se va a encontrar.
Ambientación
La cinta tiene desde luego una estructura biográfica porque la cámara nos muestra cómo era la vida de Shirley Jackson a comienzos de los sesenta. Casada con un reputado profesor de mitología, Shirley vivía dedicada por entero a la creación, a pulsar las teclas de la máquina de escribir y alumbrar páginas repletas de historias fascinantes.
Pero al comienzo del film, se encuentra sumergida en una crisis de bloqueo, incapaz de encontrar la clave de una nueva novela que está escribiendo y que en ningún momento se nos revela de qué trata. ¿O sí? Ya que la narración de la película adopta como centro de la misma a una joven pareja de recién casados que sirven como eje de las “locuras” de Shirley.
El guión de Sara Gubbins nos refleja una atmósfera asfixiante, a una mujer encerrada en una especie de cárcel que ni mucho menos es real, pues la única celda que hay es su propia mente. Los jóvenes protagonistas, Fred y Rose, se verán envueltos en una trama que es puro domestic noir, cada vez más absorbidos por sus propias ambiciones y por la grandiosidad de la mente de Shirley.
Su mente
Una mente que es en sí misma un laberinto indescifrable, ya que ni el propio marido de la escritora sabe lo que ella piensa. Citando a Stephen King: “Mi mente es como una catedral”, y esto es lo que caracterizaba a la escritora, un lugar de su cerebro del que emanaban grandes novelas, pero quizás a un alto precio.
Además, la interpretación que realiza la actriz Elizabeth Moss (El cuento de la criada), crea un personaje que es verdaderamente terrorífico, una mujer con una mirada penetrante, hierática en casi todo momento, como si ella misma fuese un personaje más de sus agobiantes thrillers.
Todos estos elementos son captados por la cámara de Decker, transportándonos a una época, a un escenario concreto, dando a la película una estructura casi teatral y de thriller tradicional hitchcockiano, que pondrá nervioso a más de uno. Una cinta que se puede calificar con acierto de retorcida, de extraña, de bizarra.
Análisis de Shirley
Personalmente, este crítico se queda con el primer adjetivo, el de un relato retorcido que es un homenaje y biopic al mismo tiempo que presenta un ejercicio metanarrativo, porque hay una novela dentro de la propia novela que es la vida de la autora, una mujer que murió muy joven acosada por sus propios fantasmas y el consumo de pastillas. Una escritora que ha inspirado a grandes de las letras contemporáneos como Stephen King, Richard Matheson o Joyce Carol Oates. Shirley es una película complicada en muchos momentos; no es una cinta para todos los paladares, pero a los fans de la escritora o a los que les gusten las propuestas diferentes dentro del thriller, sin duda, les llamará la atención.
La película puede verse en Movistar+ y está editada en DVD y Blu Ray por Divisa Home.
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