El último trabajo de Eugene Smith le costaría la vista pero lo inmortalizaría
Sinopsis de El fotógrafo de Minamata
Nueva York, 1971. Tras sus celebrados días como uno de los fotoperiodistas más venerados de la Segunda Guerra Mundial, W. Eugene Smith se siente desconectado de la sociedad y de su carrera. La revista Life lo envía a la ciudad costera japonesa de Minamata, cuya población ha sido devastada por el envenenamiento por mercurio, resultado de décadas de negligencia industrial. Allí, Smith se sumerge en la comunidad y recupera la ilusión por su profesión y con su cámara capta las imágenes que darán la vuelta al mundo.
A veces una película nos recuerda que unos pocos pueden mejorar la vida de muchos, aunque sea con un elevado coste personal. A contracorriente nos trae El fotógrafo de Minamata, segundo largometraje de Andrew Levitas, que nos recuerda la influencia que fotografías singulares han tenido en diversas crisis.
Comentario
Andrew Levitas es un personaje polifacético, actor, productor, multi-artista que combina escultura, fotografía y pintura. Este es su segundo largometraje como director. Recorre quizá algunos senderos trillados, no llevando la tensión al extremo ni en el conflicto socio-económico, ni en el complicado carácter de Smith.
No era Eugene Smith un personaje fácil. Un perfeccionista que podía aplazar la entrega de un trabajo hasta considerarlo correcto. Minamata sería al mismo tiempo su triunfo y su perdición. Su proximidad al epicentro del conflicto le llevó a sufrir una paliza que le dañaría la vista y quebraría su salud definitivamente, con la ayuda de sus excesos, pero su trabajo fotográfico en aquel pueblo de pescadores lo elevaría al Olimpo de los fotógrafos. Su fotografía El baño de Tomoko sigue grabada en la conciencia colectiva. Y al mismo tiempo recordaría al mundo que una imagen poderosa es capaz de cambiar las cosas.
La recreación del trabajo del fotógrafo químico nos encanta, como creemos que gustará a todo el que haya trabajado en fotoquímico. Su reflexión sobre el trozo del alma que el fotógrafo deja en su tarea es un homenaje a todos los que han dedicado su vida a esta disciplina.
Nos encanta Minami, Aileen. Reconocemos lo mucho que nos queda por aprender pues es una actriz que hemos descubierto con esta cinta. Hiroyuki Sanada (una cara conocida que recientemente vimos en Mortal Kombat) está genial como líder de los pescadores afectados. Que Jun Kinamura, un clásico del cine de yakuzas, sea el director de Chisso, un villano clásico, es un guiño muy simpático. Pero es Depp como Eugene Smith quién destaca sobre todos. El paple parece hecho a su media, entre tierno, artista temperamental, borracho y persona comprometida.
La imagen es apagada, muy alejada de los colores vivos de muchas grandes producciones. Se nota especialmente en el estudio de Smith y en Japón. Suena tópico pero da sensación de película europea. Se acompaña de temas de jazz, una pasión de Smith que el director muestra al hacerlo viajar con algunos discos. Finalmente, la música de Sakamoto ambienta perfectamente esta cinta.
En resumen
Una película bien realizada, con un Depp en un papel dramático que le encaja como anillo al dedo. Los personajes son algo esquemáticos, y la conclusión es demasiado pedagógica, a falta de mejor palabra. Pero su recreación del trabajado de fotógrafo en la época de la película, su visión sobre el poder de la imagen, también sobre el riesgo y la tentación que acechan a los periodistas en primera línea… nos llegan con fuerza.
Tráiler
Ficha técnica de El fotógrafo de Minamata
- Director: Andrew Levitas
- Guion: David Kessler, Andrew Levitas
- Reparto: Johnny Depp, Minami, Bill Nighy, Katherine Jenkins, Hiroyuki Sanada, Jun Kunimura
- País: Reino Unido
- Duración: 115 minutos
- Música: Ryuichi Sakamoto
- Fotografía: Benoît Delhomme
Póster
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