La nueva película del mítico estudio se estrenaba las pasadas navidades en Disney, y nos propone un viaje por el alma humana
Comenzar mencionando Del revés, la cinta de Pete Docter y Ronnie del Carmen, no es baladí. Porque es imposible no pensar en ella cuando uno se enfrenta a Soul, la última proeza del estudio.
Veinte años después de marcar todo un hito e inaugurar un nuevo campo dentro de la animación con Woody, Buzz y demás tropa de Toy Story, Pixar alcanzaba una de las cimas de su historia con el viaje abstracto al fondo de la mente humana que suponía Del revés (Inside Out), recuperando de paso la gloria perdida tras algunas secuelas y comedietas de menor calado, simpáticas pero no demasiado memorables.
El propio Docter vuelve a rozar cotas de excelencia con este film. De nuevo logra algo ya transitado por la casa del flexo desde casi sus comienzos: conciliar algo tan difícil como lo son las exigencias de los más pequeños de la casa con las de los adultos, sin que ningún bando sienta que se les trata como idiotas.
Animación a ritmo de jazz
Y si hace un lustro antropomorfizaban las emociones humanas, con Soul hacen lo propio con eso tan intangible y a priori difícil de definir como es el alma humana. La película nos habla de la vida después de la muerte. Y también nos habla de antes de la propia vida, cuando la personalidad y la inspiración aún están por definir.
Hablar de la última de Pixar por sus méritos técnicos es prácticamente redundante. La calidad de la animación es casi insultante, combinando el 3D con el 2D sin despeinarse. El ritmo que sabe imprimir Docter, ayudado en esta ocasión por Kemp Powers, no sorprende si tenemos en cuenta que este señor está también detrás de joyas como Monstruos, S.A. o Up.
Pero aquí tenemos un aliciente que marca su ritmo y su narrativa. El jazz como inspiración, como vehículo musical para la propia alma, y que tan bien han captado Trent Reznor y Atticus Ross, y que elevan esta nueva aventura animada de Pixar a la categoría de obra maestra del género.
Como siempre, sus haters la odiarán. Incluso habrá quien diga que Pixar intenta robarle la lágrima a la fuerza, con sensiblería de manual new age para dummies. Puede ser, pero se le da tan bien que un servidor permite que le roben todo. Incluso el alma.
Tráiler de ‘Soul’
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