Si la Segunda Guerra Mundial la hubieran ganado Alemania y Japón, ¿cómo sería el mundo después? Amazon Prime tiene la respuesta
The man in the high castle, basada en la novela homónima de Philip K. Dick, y producida por Ridley Scott (Blade Runner) y Frank Spotnitz (Expediente X), nos cuenta lo que habría ocurrido si las potencias aliadas hubieran perdido la Segunda Guerra Mundial y Japón y Alemania gobernaran Estados Unidos. Con Rufus Sewell (John Adams, The holiday, Destino de caballero…), Luke Kleintank (Pretty little liars) y Alexa Davalos (Mob City).
Serie muy bien cuidada que nos sitúa en los EEUU de los años 60 que se han repartido entre las potencias ganadoras, quedando la costa Este para los nazis y Costa Oeste para Japón como Estados Unidos del Pacífico, con una gran franja central que es tierra de nadie y donde sobreviven los más duros en ciudades no reconstruidas.
Las SS por parte alemana y el Kempentai por parte japonesa, hacen las veces de la Policía del pueblo, en el que controlan que se viva según sus costumbres bajo la imposición de la fuerza.
La serie es ganadora de dos Emmys.
Los protagonistas de The Man in the High Castle
Rufus Sewell se sale en su papel del Obergruppenführer John Smith, Jefe de la lucha contra la resistencia. Impacable, frío y calculador, usa a sus peones a su antojo. Tendrá grandes momentos de protagonismo y otros en los que se le da por finiquitado en la serie. Toda su ideología nazi sobre la superioridad de la raza aria le crea un conflicto cuando su propio hijo sufre una grave enfermedad, que impide a los buenos nazis seguir teniéndolos como hijos. Esto le crea problemas en su familia y trabajo.
Uno de sus acólitos, espía a veces, otras simple recadero, es Joe Blake, un tipo duro pero con sentimientos que en su primera misión importante tiene que hacerse pasar por miembro de la resistencia para entregar una copia al hombre en el castillo de unas películas en blanco y negro que revelan hechos que poco a poco van saliendo a la luz, y así descubrir el paradero de este. En su camino se cruza con Juliana, que resulta estar conectada con casi todos los protagonistas sin saberlo.
Juliana, que vive en San Francisco bajo el mando japonés, tiene cierta atracción por la cultura nipona, sabiendo hablar y leer japonés y practica Aikido y conoce muchas costumbres. Ve cómo matan a su hermana y se entera que estaba en una misión porque era miembro de la resistencia.
El nudo
Juliana le echa valor y decide escaparse a completar la misión de su hermana, que era entregar también otra película al hombre del castillo, cuya misión se cruza con Joe, con quien crea un vínculo muy estrecho al salvarle la vida. Ambos fracasan en conocer al hombre en el castillo, ya que su círculo no se fía de ellos y no les dejan acercarse a él.
Ambos tienen que regresar a sus vidas. Juliana se encuentra que su novio Frank Frink ha estado en la carcel por su culpa y han ejecutado a su hermana e hijos como represalia.
Juliana decide entrar a trabajar en la embajada japonesa, que resulta más fácil de lo que parece, y nada menos que con el Ministro de Comercio Nobusuke Nagomi (Cary Tagawa). Este encubre varias cosas sobre Juliana sin saber por qué, pero es muy creyente de los vínculos y el destino, que siente fuertemente en ella.
El ministro Nagomi descubre que con la meditación pasa a un mundo paralelo, que es nuestro mundo tal cual con los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, y descubre que su hijo está casado y tiene un hijo con la Juliana de esa dimensión.
Ella le da una película que tiene por ser activista antimisiles, que demuestra que Japón tiene una bomba atómica más potente que la de los nazis.
El hombre en el castillo, The Man in the High Castle
Juliana conoce al fin a The Man in the High Castle, que le muestra la verdad de muchas cosas, pero no toda, ya que tiene que descubrirlo por ella misma al ser el centro del círculo de todos los protagonistas.
Esto cambia el rumbo de la vida, ya que los nazis están conspirando para matar a Adolf Hitler ya muy mayor y obsesionado en ver las películas que se logran capturar que van al hombre en el castillo.
El embrollo es monumental, ya que cada uno actúa para sus intereses, pero todos quieren evitar la guerra definitiva, que en un principio logran enseñando a la dirección nazi la película demostrando que Japón si contraataca no ganarán la contienda.
John Smith, a su vez, desenmascara la conspiración para matar al Führer, que es el padre de su peón Joe, que a su vez se ve salpicado por todo esto.
En definitiva…
Lejos de dar pistas, como en otros artículos que escribo, voy a dejar que vean los seriéfilos los que puedan ver la cantidad de cosas que ocurren en cada capítulo. Inimaginables. Continuos giros. Real, ficción???..de todo.
Aparece el hombre en el castillo, se reencuentran Joe y Juliana, Frank se hace de la resistencia, Juliana descubre que su hermana no está muerta, empiezan a creer que en realidad podía haber ganado el bando aliado… También que ellos salen en películas.
Ambientación más que notable, haciendo ver que San Francisco tiene todos los carteles en japonés y en Nueva York en alemán. Bien las interpretaciones, especialmente Juliana sabiendo estar en tres ambientes diferentes encajando y siendo ella misma. El ministro japonés magistral siendo un hombre de honor, de cultura arraigada japonesa, pero abierto a…otras posibilidades.
Por último el Obergruppenführer John Smith, que borda el papel. Es capaz de ser todo a la vez sin cambiar de semblante. Padre, marido, Jefe, Nazi, manipulador, y… generoso y benevolente cuando menos te lo esperas. Es una pena que Rufus Sewell no haya llegado a ser la estrella que merece ser.
Si os gustan las series de espías y entresijos entre países, quizá os guste también la trilogía Deutschland.
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