La nueva película de Tomm Moore, que puede verse en exclusiva en Apple TV+, propone un viaje por el folclore irlandés para toda la familia
Comúnmente se añade la etiqueta tradicional al cine de animación cuando el producto está realizado dibujando plano a plano, en contraposición con las técnicas de animación tridimensional. Tomm Moore confirma con Wolfwalkers que esta clasificación puede extenderse mucho más allá de la técnica utilizada para contar la historia.
Moore, al igual que Miyazaki, a quien ha reconocido como fuente de inspiración para su obra, atribuye al término animación tradicional un carácter donde el fondo importa tanto como la forma. El creador de El secreto del libro de Kells y La canción del mar utiliza la animación para llevar el folclore irlandés a todos los miembros de la casa, transformando la tradición oral en celuloide.

Y no de cualquier manera. Ya sus trabajos previos merecían convertirse en clásicos del género por derecho propio. Con Wolfwalkers vuelve a conseguirlo, llegando al corazón no sólo de la historia que quiere contar, sino de un espectador que se quedará maravillado por la originalidad de la animación y la banda sonora de Bruno Coulais, por sus carismáticos personajes y las voces que les dan vida-por ahí anda Sean Bean-, y por una manera de contar la historia que es pura magia.
Ver esta película, ya sea por el singular estilo de sus dibujos o por una trama salpicada de enseñanzas, es como estar frente a un cuento. Un cuento narrado con la solvencia artística, técnica y narrativa de un auténtico contador de relatos, de un soñador que invita a su público a soñar. Y de paso a aprender, que es el objetivo principal de todo cuento.

‘Wolfwalkers’. En definitiva…
Wolfwalkers nos propone un nuevo repaso por el folclore irlandés de la mano de un excelente narrador como Tomm Moore, que aúna una excelente factura técnica, una historia atractiva repleta de personajes entrañables, y una banda sonora evocadora y que invita a soñar. Una auténtica joya de la animación.
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