McGregor y Christensen retoman sus papeles más icónicos de la saga Star Wars en el último éxito de la franquicia: Obi Wan Kenobi
Desarrollar el personaje de Obi Wan Kenobi en el lapso de tiempo entre Star Wars episodio III: la venganza de los Sith (George Lucas, 2005) y Star Wars episodio IV: una nueva esperanza (George Lucas, 1977) ya estaba en los planes de Disney desde que adquirió Lucasfilm en 2012. En todo este tiempo este proyecto ha sufrido bastantes retrasos y contratiempos que le ha hecho reformularse en varias ocasiones. Inicialmente había sido concebido como una película (o incluso una trilogía) dentro del marco de aventuras paralelas denominada Historias de Star Wars. Sin embargo, el fracaso en taquilla que supuso Han Solo: Una historia de Star Wars (Ron Howard, 2018) supuso su redireccionamiento hacia el formato serie que tan buenos resultados estaba dando con propuestas como The Mandalorian.
La pandemia vino a retrasar la propuesta hasta que, por fin este año, ha podido estrenarse en un formato de miniserie de 6 capítulos que no solo entronca con las películas sino también con las series de animación de Clone Wars con la presencia de los inquisidores… aunque, como veremos, el resultado podía haber dado mucho más de sí de lo que ha sido. Una vez más, las expectativas han estado muy por encima de la realidad.
Trama
La trama nos sitúa 10 años después de los acontecimientos del episodio III. La galaxia se encuentra bajo el yugo del Imperio y los jedi supervivientes a la nefasta orden 66 son aniquilados por la orden de los inquisidores con el Gran Inquisidor como líder indiscutible. En este marco vemos a Obi Wan (Ewan McGregor) en su exilio autoimpuesto en el planeta Tatooine mientras vela en secreto por el hijo de Anakin, Luke Skywalker, que quedó bajo la tutela de sus tíos Owen y Beru (Joel Edgerton y Bonnie Piesse). Lleva una vida austera y eremita trabajando en una fábrica de carne y totalmente alejado del camino de la Fuerza. Por su lado, los inquisidores y Reva – la tercera hermana – (Moses Ingram) en particular tienen especial interés en capturar a Kenobi y llevarlo ante Darth Vader, que le tiene especial inquina.
Para ello se pertrecha el plan de secuestrar a la joven princesa Leia (Vivien Lyra Blair) y con ello atraer a Kenobi, puesto que era sabida la afinidad entre el rey Bail Organa (Jimmy Smits) y el maestro Jedi. Cuando, a regañadientes, Obi Wan acepta dejar su vida en la sombra y volver de nuevo a empuñar el sable de luz para rescatar a Leia comienza una aventura de superación y autodescubrimiento para el Jedi que le llevará inexorablemente al enfrentamiento final con Darth Vader (Hayden Christensen y voz de James Earl Jones).
Obi Wan ¿quién te ha visto y quién te ve?
¿Otra vez el concepto de rescate de Leia? ¿eso no lo habíamos visto ya en Star Wars episodio IV: una nueva esperanza? De acuerdo, puede tomarse como un homenaje. Pero si ese fuera el único inconveniente… El propio protagonista está tratado de una forma casi caricaturesca. Vemos a un Obi Wan atribulado, descuidado, torpe que se deja sobrepasar por las circunstancias. No. No debería ser así. Es un maestro Jedi, no un niño miedoso y prácticamente esto es la sensación que da al menos en los primeros episodios. Incluso da la sensación que el resto de personajes son un mero trasunto para sacar del atolladero a este Obi Wan venido a menos. Son los casos de Kumail Nanjiani como Haja o Estree, Indira Varma como Tala Durith. ¡Hasta la propia Leia en ocasiones es más resolutiva!
Pero es que en el otro bando tampoco se queda corto. Las presencias del Gran Inquisidor (Rupert Friend) así como el Quinto Hermano (Sung Kang) son prácticamente anecdóticas para lucimiento de Reva, que se fía aquí como enemiga a batir. ¿Y Darth Vader? Es el que mejor sale parado. Su presencia sigue siendo imponente hasta para el propio Obi Wan, cuyo primer encuentro con su antiguo padawan resulta casi bochornoso. Es lamentable ver al Jedi cómo recula como un conejo asustado frente al Sith… ¿Dónde quedó la epicidad del combate entre ambos personajes en Mustafar? Menos mal que en el enfrentamiento final algo mejoran… pero no llega a las cotas de las películas. Y esto llega a plantearse si realmente Disney comprende o controla este estilo de ducha pues ni en la trilogía de secuelas ni ahora tienen ese halo de espectacularidad y maestría que le otorgaba George Lucas.
Unos enfrentamientos sin épica
¿Tendrá algo que ver con las técnicas de rodaje? La dirección ha corrido a cargo de Deborah Chow, que tampoco tiene mucho bagaje como tal. Y esa inexperiencia podría haber jugado en contra del producto sobre todo en las escenas de combate y espectacularidad visual: Recurrir a primeros planos en un enfrentamiento de espadas laser se me antoja totalmente rupturista con esa acción trepidante, por poner tan solo un ejemplo. ¿quizá la música? Evidentemente una escena épica si está acompañada por unos acordes ad hoc hace que el conjunto sea el doble de redondo. Eso John Williams lo supo hacer con gran maestría… sin embargo no es así en la serie. Su música, a cargo de Natalie Holt, pasa muy desapercibida y no llega a las cotas de excelencia de Williams. ¿o los Efectos Visuales? estos ha de reconocerse que cumplen, salvo en alguna ocasión que se nota el CGI sobre todo en escenas de rejuvenecimiento.
¿Que falla entonces? ¿Qué hace Disney mal que no sabe captar esa esencia mítica de los combates trepidantes que nos mostraba Lucas? quizá la coreografía. El enfocarlo como si fuera un combate de kendo cuando no lo es. La ritualística de los combates deberían ser dinámicas, rápidas, espectaculares y fluidas y quizá es lo que no sabe captar la serie diría que por una combinación de todo lo referido en aspecto de dirección, movimientos, música…
Evolución de los personajes
Pero no todo en esta serie es malo. La propia evolución del protagonista superando sus tribulaciones y abrazando de nuevo el manto del jedi es lenta y cargante al principio, pero luego la intensidad dramática va en aumento hasta ese episodio final que es enteramente disfrutable. Otro personaje muy bien tratado es el de Tala como agente de la resistencia infiltrado en el alto mando del imperio. Incluso Leia que al principio resulta una niña algo repelente, su arco evolutivo la lleva a convertirse en esa Leia honorable, pero a la vez resolutiva que recordamos de la trilogía original. Por su lado Reva también tiene un arco argumental muy interesante y poliédrico y Darth Vader luce tan imponente como cabe esperarse.
En definitiva
La serie comienza lenta y floja, pero a medida que avanza la trama va ganando en intensidad, en interés y calidad quedando un producto que en conjunto se hace muy disfrutable y a la altura de las últimas producciones y éxitos de Disney por encima de la irregular el libro de Boba Fett. En principio está concebida como una única temporada, pero el final ha quedado lo suficientemente abierto como para plantear nuevos arcos argumentales tanto para Obi Wan como para Reva e incluso los gemelos Skywalker. Una filtración asume que, efectivamente, se ha dado luz verde a esa segunda temporada, pero a falta de comunicado oficial queda todo dentro de la rumorología. Por parte de quien suscribe si se escribe un buen argumento no tendría ningún inconveniente de ver nuevas aventuras para el maestro Jedi ¿y tú? ¿querrías una segunda temporada?
Mientras esperamos noticias, os dejamos con este interesante debate sobre la serie
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